martes, 6 de abril de 2010

Community Manager: vinculando sentidos, proponiendo realidades

Derivada de la popularidad enorme que han cobrado las redes sociales en prácticamente todos los aspectos de la cultura contemporánea surge la figura del Community Manager o Administrador de redes sociales. Se trata de una novedosa profesión cuya labor, de acuerdo a la dinámica actual de las relaciones sociales, poco a poco se va tornando indispensable para el manejo de imagen pública de las empresas. Vamos a proponer un perfil de Community Manager en el siguiente comentario, ponderando su valor como constructor de sentidos y asociando su trabajo más al del artista o creativo que al del funcionario común.



Toma de conciencia

La primera impresión que se tuvo en las diversas organizaciones e instituciones ante el empuje de las redes sociales era que, para manejarlas, no había otra opción que delegar esa labor al personal más joven, es decir, a individuos más relacionados con las computadoras, el uso del chat y la tecnología en general. Sin embargo, con el crecimiento de Twitter y redes sociales similares, se llegó a una madurez en estas plataformas: las redes sociales dejaron de estar enfocadas por entero a los adolescentes y se encaminaron a una adulta toma de conciencia de su poder de convocatoria y manejo de opinión masiva, en el marco de la realidad social del orbe.

Buscador de sentidos

El Community Manager por lo consiguiente, independientemente de su edad, debe de ser una persona con madurez intelectual y un amplio criterio. Y es que en las redes sociales, al estar en contacto con un gran número de personas - cada una con su propia perspectiva y opiniones de los más diversos temas- uno corre el riesgo de no valorar en una medida adecuada cuales son las más importantes y dignas de compartir o bien, de qué manera clasificarlas para poder acceder a ellas de acuerdo a los intereses de la empresa representada. Por lo consiguiente, además de un talante abierto, tolerante y plural, es recomendable que el Community Manager posea una vasta cultura, a fin de que pueda integrarse a cualquier foro o red social y aportar contenidos de valía, ya sea por medio de artículos propios, enlaces o comentarios.



Proponiendo realidades

Se ha relacionado acertadamente la figura del Community Manager con la de un periodista y el creciente uso que han tenido las redes sociales como espacio para compartir noticias y contenidos diversos, de acuerdo a estadísticas crecientes, confirman tal impresión. No obstante, la tarea de un Community Manager también puede identificarse con la del filósofo. Este último, tan cuestionador como cuestionado, puede haber encontrado finalmente en el social media un ámbito conveniente en donde desplegar toda la relevancia de su papel para la sociedad. Y así, tanto el filósofo como el administrador de redes sociales comparten la valiosa tarea de ponderar el diálogo entre las personas, lo que se traduce en un fomento de la razón y la comunicación humana. Esa es justamente la labor profunda del Community Manager: vincular sentidos y proponer realidades diferentes, para forjar el mundo.





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