viernes, 2 de julio de 2010

Reflexiones sobre Facebook

El fenómeno de las redes sociales ha impactado notablemente todos los aspectos de la cultura contemporánea. No es posible entender la dinámica actual de una sociedad, sin esa interacción informativa que se presenta en los diferentes espacios de comunicación virtual que nos ofrecen plataformas como Twitter o Facebook. Esta última red social, sobre todo, constituida en la más popular del mundo, exhibe algunas particularidades dignas de reflexión.




¿Cuáles son los posibles factores que le han ganado esta primacía a la red social de Mark Zuckerberg?

Comunicación con unificación

En Facebook se aprecia una liberación de ciertos lastres en la manera en que se relacionan las personas. A veces, por el ritmo vertiginoso de vida que se sigue en las sociedades modernas, es difícil brindarse la confianza para establecer vínculos con personas recién conocidas. De hecho, Facebook lo que favorece no es tanto conocer gente nueva, sino reconocerlas como iguales a uno. Las redes sociales han trasladado la isonomía política al terreno de las relaciones humanas y de la comunicación integral e integrante.


Contacto humano

Se podría objetar que la ligereza en la que se manifiesta la comunicación en Facebook es una muestra de su vanalidad, de su incapacidad para servir de apoyo para la existencia de las personas. Pero esto puede ser enfocado desde otra perspectiva, totalmente opuesta y reveladora: no es que la comunicación pierda seriedad en Facebook a través de características vinculantes como el “me gusta”, los obsequios virtuales o la estructuración de grupos extravagantes. En última instancia, la manera en la que establecen contacto las personas es así, sencilla y plena. Lo accesorio es la gravedad que se le quiere dar a ciertas perspectivas de vida, personales, que se erigen como “realidad” social. En Facebook se recupera la esencia de la socialización: comprenderse, sin más, a través de un acercamiento vital, franco y sin pretensiones.



Uno para todos

Facebook triunfa porque no privilegia la información que se intercambia, como en Twitter, ni las estructuras y organizaciones que promueven los dialogantes, como en LikedIn o Xing, sino más bien, la interioridad que se ofrenda en la comunicación comprensiva, fomentada en esa red social. La intención de lo que se dice, en Facebook vale tanto o más que lo referido: a veces compartir expresa, se hace sentir, más que solo comunicar.

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