Mucho se afanaron valiosos pensadores como Anaximandro, Heráclito o Anaxímenes para encontrar aquel elemento del ser que sobresaliera de los demás para dar cuenta de la naturaleza entera. Sin embargo, paulatinamente su búsqueda se decantó hacia la abstracción. No obstante, es probable que la búsqueda de los presocráticos hubiera tomado un sentido distinto si hubiesen percibido una característica sutil de la naturaleza que, sin embargo, es esencial para su proyección en la conciencia. Se trata de la textura. El experimentado fotógrafo William Neill ha sabido captar este detalle y ha rescatado esa cualidad de la naturaleza de dejarse sentir y manifestarse a través de su impronta en la percepción en los seres vivos. El resultado de esta ofrenda de sensaciones y de vida es por demás hermoso.
Fuente: http://www.williamneill.com/
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