El cosmos es un caudal de interrogantes y de sorpresas. Sin embargo, paradójicamente, también expone un transparente mensaje que compendia todas las demás manifestaciones posibles. Pero el sentido que se desprende de ello no es verbal. Se trata de una comunicación empática que señala directamente a las áreas no racionales de la conciencia. Ese centro en donde el temor y el temblor son los únicos códigos para comprender la magnitud de lo que nos trasciende. La siguiente comparativa acerca de los tamaños de diferentes astros, en donde la magnitud de nuestro planeta y la del sol, frente a otros cuerpos siderales, hacen patente el valor tan grande de quien mira al cosmos y se pregunta por su ser.
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