miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mitos y realidades del comercio electrónico

Mito: Es inseguro.
Muchas personas piensan que Internet es campo fácil para los fraudes y robos de identidad, por lo tanto, se niegan a hacer transacciones financieras en portales web bancarios, pago de servicios, compras, etc.
Sin embargo, las cifras demuestran otros datos. Según datos publicados por Visa en el año 2012, de cada 100 transacciones con tarjeta de crédito en Internet, 67% no tuvieron problema alguno. Del restante 33% que enfrentó algún tipo de problema, menos de 2% tuvo un problema con el robo de identidad y menos de 2% tuvo problemas con robo de información de la tarjeta.
En contraste, el Consumer Sentinel Network, del Departamento de Justicia del gobierno de EE.UU. reporta que 10% de la población de ese país ha sido víctima de algún tipo de fraude con su tarjeta de crédito en compras físicas.

Realidad: De los datos anteriores se desprende, que en proporción, son mucho más seguras las compras por internet, que las físicas.

Mito: Es difícil.
Esto ocurre con mayor frecuencia en la población adulta que creció en la época anterior a la aparición de Internet, por lo que le parece engorroso todo el proceso de darse de alta en algunos sitios, gestión de claves, introducir números de tarjeta, etc., y prefieren el mundo físico.

Realidad: Explicado paso a paso, puede resultar mucho más fácil realizar una compra electrónicamente que esperar a que en un piso de venta el comerciante busque el objeto que estamos solicitando, hacer fila para pagarlo y trasladarlo hasta nuestro domicilio.

Mito: Resulta más caro comprar por Internet debido a los costos de envío.
Muchas personas evitan hacer compras por Internet pues aducen que los costos por concepto de envío elevan en demasía el precio del producto, por lo que éste sale más caro así que comprándolo de forma física.

Realidad: En general, los precios de los productos que se venden por Internet son menores, pues en esta forma de venta se pueden reducir costos operativos tales como renta de locales, anaqueles, mantenimiento de bodegas, etc., así como se pueden eliminar intermediarios en la cadena de fabricante-importador-mayorista-detallista.
Así que no obstante que existan cargos por concepto de envío (los cuales en muchos casos son absorbidos por el vendedor o se exentan si la compra es mayor a cierto importe), los productos, en la mayoría de los casos, resultan más baratos comprándolos electrónica que presencialmente.

Fuente: http://news.urban360.com.mx/109343/mitos-y-realidades-del-comercio-electronico-2/


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