Zac Freeman es un artista extraordinario que ha logrado encontrar en ciertos materiales de trabajo, el sello distintivo de su quehacer estético. Diferentes materiales de deshecho industrial: botones, tornillos, tuercas, cartuchos vacíos de toner, clavos, etc, le han servido a Freeman para elaborar estos impresionantes retratos. Además, de la perfección de su manufactura, estas obras aluden, quizá, la relación que tienen universos de vida enteros- las personas- con los pequeños instantes de la cotidianidad, los residuos del día con día, que estructuran su existir.
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