Esta es, probablemente, la tabla periódica más pequeña jamás escrita. Y es que bastó un solo cabello para imprimir la tabla periódica completa. El cabello fue donado por el responsable de esta proeza de la nanotecnología: Martyn Poliakoff, de la Universidad de Nottigham, en el Reino Unido. Precisamente fue en el Centro de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad mencionada, en donde se llevó a cabo este singular experimento. Lo primero que se hizo fue magnificar la perspectiva de la operación con un microscopio electrónico. A continuación, se utilizó una corriente de iones para imprimir las letras en la superficie del cabello. El resultado es una clara muestra de los alcances de esta moderna tecnología.
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Tabla periódica impresa en un cabello/ Imagen: newscientist.com |
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